Mi ausencia se debió a que estuve sumergida entre apuntes de la facu y mi trabajo en la escuela.
Me vuelve a pasar, como cada vez que estoy estudiando alguna carrera, que veo y leo la realidad que me circunda con la mirada de la materia que estoy cursando... No saben lo que fue transitar Latín 1, 2 y 3 en mis épocas de letras!!!
Bueno, cuestión que al mismo tiempo que leía un interesante libro del sociólogo Zygmund Bauman acerca de la postmodernidad o Modernidad líquida, como él prefiere llamar a nuestros tiempos, seguí con mis funciones directivas en el colegio, entre ellas, entrevistar a padres que desean inscribir a sus hijos en la escuela.
No sé si se los conté alguna vez que se trata de una escuela privada, doble turno, bilingüe, de clase media alta...
En la misma mañana entrevisté a dos familias que ante mi pregunta acerca de por qué deseaban cambiar a sus hijos de escuela, la respuesta, en ambos casos, fue la siguiente frase:
"Queremos que nuestros hijos vean otras realidades. Que sepan que hay otro tipo de vida fuera del country donde vivimos, otros chicos que no necesariamente viven como nosotros..."
No creo que haga falta agregar nada más pero esta vez quiero reflexionar en voz alta con ustedes.
En términos de Bauman, estas familias viven en "una mezcla de claustro y fortaleza... con mejores vecinos..." y fuera de ese vecindario existe el resto, el otro, la turbulencia, la inseguridad, lo distinto, las "otras realidades".
Yo me pregunto:
Qué entienden por otras realidades?
Cómo creen que vivimos los otros?
Cuántas realidades diferentes hay afuera de un barrio cerrado?
Cuántas realidades diferentes se bancan estas personas que inscriben a sus hijos en un colegio igual al del country pero que se encuenta del otro lado del cerco?
Cómo viven los chicos que están del otro lado del cerco? Todos los chicos que están afuera del barrio son los que van al colegio donde yo trabajo?
Cuánta diversidad pueden soportar?
Cuánta DIVERSIDAD nos bancamos todos nosotros cuando defendemos la convivencia en la diversidad?