Hoy compartí una charla de café en la sala de maestros donde surgió la inquietud por el mal comportamiento de algunos alumnos de sexto (malas contestaciones, resistencia al trabajo... cosillas típicas de sexto).
Yo estaba chocha, sí, aunque no lo crean estaba chocha, por poder conversar sobre estrategias, por tratar de entender la problemática de la comunidad, por buscar caminos entre todas para conquistar el interés de estos chicos.
Pero -siempre hay un pero- una de las maestras que escuchaba dijo:
Ustedes se quejan de llenas... Ustedes porque no trabajan como yo con los de la escuela del estado, donde los pibes ("pibes" es más progre) toman alcohol, fuman y se drogan...
Otra que quiso defender a los chicos de las escuelas estatales dijo:
No, no es así. Yo trabajaba en una escuela de la villa y los nenes eran más respetuosos que acá.
A mí me parece o este tipo de categorización es algo terrible?
¿Cómo es?
Niño pobre=drogadicto pero respetuoso
Niño rico=sanito pero maleducado
¿No es un análisis muy espantoso de la realidad? ¿No existen los matices? ¿Es posible que estigmaticemos así a nuestros alumnos?
Me seguiré quejando pero de vacía, no de llena...
Ya lo decía un ex presidente (el mismo del "Síganme no los voy a defraudar"), "para los niños pobres que tienen hambre; para los niños ricos que tienen tristeza".
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