Ya es tarde... confieso que fue un día difícil y escribir bajó unos peldaños en mi lista de deseos vespertinos. Pero haré el esfuerzo porque el entusiasmo de una de las maestras merece que comparta con ustedes estas líneas.
Ella, la seño de 5°, por su trayectoria, por todo lo que ya se capacitó durante toda su carrera profesional, es de esas personas para consultar y de la cual aprender mucho.
Lejos de abandonarse en el colchón de la antigüedad docente, ella es de las que se compró la compu, la impresora, la resma y el profe de informática en 50 cuotas gracias a "que grande esta tarjeta" (ver cap. del 21 de marzo, COSECHARÁS TU SIEMBRA).
Si no hay tiempo en el cole, ella es de las que planifica y comparte la tarea con sus pares por correo electrónico, mientras otras me siguen repitiendo "perdón, Popi, no pude mirar los mails que mandaste" con cara de pobres corderos degollados... grrrr.
Cuando yo creía que su capacidad de aprender cosas nuevas estaría ocupada por un buen tiempo por la informática, se apareció frente a mi escritorio y con una sonrisa de oreja a oreja y algo sonrojada, me dijo:
"Te tengo que confesar algo, no te rías, pero ¡me anoté en la Alianza para aprender francés!"
Yo me paré , la abracé y le pedí una dosis de su entusiasmo para repartir.
Es así que, cansada y todo, me tome mi botellita de entusiasmo y me senté frente a la pantalla a compartir este excelente trago con ustedes.
Salute!!
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