EXTRANJEROS

Muchas veces, en la sala de maestros, escuchamos frases tales como: los pibes están en otra, manejan otra cultura, tienen otros códigos, no se interesan por nada, no se respeta a la escuela como antes y tantas otras por el estilo. Es como si los docentes (quizás padres de esos mismos jóvenes) se colocaran a un lado del territorio y a sus chicos del otro lado, como extranjeros, inmigrantes a los que no se los puede entender, a los que hay que hacer parte de nosotros cueste lo que cueste y si no se amoldan seguirán afuera, no serán parte.
Es como si escuela y jóvenes fueran protagonistas de una lucha de fuerzas.
Me parece que un posible desafío sería ampliar el espectro, ver las intenciones, tener una mirada aguda de la realidad y dejar de soñar con un pasado de esplendor. La escuela ya no es la que era; sus maestros no son los mismos, sus alumnos son diferentes y su finalidad es otra.
“Soy el que nunca aprendió
desde que nació
cómo debe vivir el humano
llegué tarde, el sistema ya estaba enchufado
así funcionando.”
El rebelde de La Renga