Ya lo decidí. Para no hundirme en la depresión por culpa de la Señorita Flora, decidí un recurso más apropiado y adecuado para los tiempos que corren.
Sí, señores, se viene LA SEÑORITA FLORA DEL MES.
Ya compré el marquito y una gran letra F dorada para coronar el cuadro.
Este honorífico título se lo merecerán aquellas personas docentes y no docentes que hagan méritos en pos de la infelicidad colectiva.
También serán premiados los que se empecinan por buscarle el pelo al huevo aunque éste sea de oro pulido.
Sin más, firmo el decreto 01/10.
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